martes, 11 de diciembre de 2007

Sara y Yeremi sin Navidad

Se acercan fechas entrañables pero Sara y Yeremi sigue sin estar en casa.
Soy madre de dos niñas y, ni por asomo, soy capaz de ponerme en la piel de estas dos familias.
He tenido la desgracia de enterrar, por enfermedad, a la tercera de mis hijas y aunque mi dolor es infinito creo que no puede compararse con la desesperación de los padres de Sara y Yeremi.
¿Donde están estas dos criaturas? ¿Quién se las ha llevado? ¿Porque no las encuentran?
En estas fechas, más que nunca, mi recuerdo para ambos, mi exigencia a quién corresponda para que les encuentren y sobre todo, como madre, mi más sincero apoyo a sus seres queridos, a esas dos madres que deben estar sufriendo lo que no soy capaz ni de entender. Solo sé lo que es un perder un hijo pero que te lo roben sin más explicaciones uff...
Sara, Yeremi...un beso enorme para ambos, ojalá mi ángel esté cuidando de vosotros.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

La estupidez humana

Decía el genio Einstein que había dos cosas infinitas el universo y la estupidez humana.
Completamente de acuerdo. Casi dudaría más el infinito universo que la estupidez del hombre o mujer (que no quiero empezar hiriendo susceptibilidades).
Pasado el umbral del siglo XXI aún seguimos debatiéndonos en guerras estúpidas, aún millones de personas mueren de hambre y sed. Los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
La eterna historia de las diferencias de poder, aún seguimos creyendo que somos diferentes cuándo en realidad no somos más que insignificantes partículas, algunas con neuronas que funcionan, en un universo que como decía Albert es realmente infinito.
Y todavia somos capaces de estar acabando con un planeta que nos sustenta con vida.
Nos hipotecamos con bienes materiales a 40 o 50 años, pensad que quieren que nos jubilemos a los 70, sin tiempo para nuestros hijos ni nuestros mayores.
Tenemos casa, es decir, tenemos una hipoteca.
Un coche, es decir, una financiera.
Tarjetas de crédito, es decir, la cruz de cada mes.
Y encima somos de los afortunados.
Si, si, afortunados.
Nosotros no tenemos que atravesar el Atlántico en cayuco, ni enterrar a nuestros bebés con sida si es fuéramos capaces de sobrevivirle.
No creo que nuestra inteligencia sea superior a la de Oliver.
La raza humana es, definitivamente, estúpida.

Bienvenidos a este blog

Bienvenidos todos los que entréis.
Bueno, todos los que entréis en son de paz y con respeto.
Libertad de expresión toda la del mundo y más alla del mundo pero con sentido común y respeto.

Hala, pues ya está...iniciamos el camino.